día a día

Paso mucho tiempo solo, y sin más compañía que aquello que contemplo, y aquello en lo que pienso.


Hay algo muy narcisista en la soledad, pero al mismo tiempo es una sensación cargada de generosidad: el yo desaparece en la contemplación de lo que le rodea. El solitario suele estar aburrido de sí mismo, y dedica sus pensamientos a lo que está fuera . Hay muchas cosas hermosas esperando ser descubiertas y contempladas.


Moverse por la ciudad a solas es una experiencia muy liberadora, porque nadie espera ni supone ni necesita nada de tí. La libertad de pensamiento, movimiento y acción es absoluta.


Los médicos inventaron enfermedades como "depresión" o "stress", y antes o después empezarán a tratar a los solitarios como enfermos. La soledad es patológica, dirán. Se desconfía del solitario, porque es ingobernable. Ya en el colegio o en la universidad, el término con el que se le designa es el de raro.


Sin embargo, la soledad es una conquista que nadie te puede robar: una vez que la haces tuya, va en tu corazón para siempre. Defiéndela cuando llegue a tí, no quiere hacerte daño.


Tengo muchos miedos, pero no temo a la soledad. Es mi amiga, cuida de mí y me da contínuas lecciones de mirada y pensamiento.


Poco a poco, los consensos recibidos sobre lo real se difuminan, y uno desarrolla ideas excéntricas y extrañas sobre lo que le rodea. Se pierde el miedo a tener pensamientos extraños: es suficiente con no compartirlos. La lógica de la soledad conduce a lo que llaman "locura", es cierto.


Hoy tenemos una mañana lluviosa y plácida, que dedicaré a papeleos y gestiones, completamente solo. Por la tarde, habré de dejar la soledad en casa.


Existe una "pasión del solitario". Muchos de nosotros gustamos de la invisibilidad, caminamos mirando para arriba, y hacemos blogs. Pero la mayoría están en la sombra, no hacen nada, nadie sabe que existen. Pero ahí están, llenos de fuerza.