Hoptimismo #3: Luis Carandell

Si de lo que se trata es de personificar en un icono el sentido del humor patrio, tan negro, brutto y picaresco, inteligente y surrealista a partes iguales, uno de los grandes candidatos a la cátedra debería ser sin duda don Luis Carandell, barcelonés de nacimiento y madrileño de adopción, periodista de porte quijotesco y amables maneras, al que los que tengáis ya unos añitos recordaréis como el corresponsal de la tele en el parlamento durante los 80. Si aquello de "la transición" queda en nuestra memoria como una nebulosa de señores con tricornio, progres con barba, cantautores con jerséis de cuello vuelto y cassettes de Rosa León, el cronista más enrollado y divertido de todo aquello fue el Carandell. Un periodista como ya no los hay... aunque ya sabemos que los recuerdos tienden a convertir la calidad en excelencia.
Pero en el caso de este tío, no exageramos al catalogarlo de Genial, porque para la historia queda la prueba irrefutable de su capacidad para mezclar la sorna, el desparpajo, la alegría y el más puro catetismo castizo, en forma de un magnífico libro llamado "Celtiberia show" en el que recoge sus fundacionales colaboraciones en la revista Triunfo: un freak parade de surrealismo nacional plagado de picarescas bizarras, anuncios de prensa surrealistas, hilarantes negritudes propias de un país superpoblado de curas y monjas, y situaciones indescriptibles de las de "ver para creer". Sin este libro, no hubiese habido ni Mondo Brutto, ni Hora Chanante, ni "El milagro de P.Tinto", ni "Airbag"... ni probablemente Esperanza Aguirre, nuestra politician más celtibérica.
Hasta tal punto el libro marcó a una generación con su hilarante descripción de España, que hoy en día se recurre a la expresión "celtiberia show" cada vez que se quiere mostrar la mediocridad de nuestros políticos, el catetismo de nuestros promotores inmobiliarios, lo atrasado de nuestras costumbres o lo estrambótico de nuestras fiestas populares: lo mismo sirve para un divertido grupo del flickr (atención a las fotos, las hay buenísimas) que para... ¡¡¡el blog del panoli de Juan Cruz hablando de la ETA!!!

Yo lo tengo como una de las más valiosas joyas de mi colección, y de vez en cuando recurro a él para echarme unas risas. Hoy por ejemplo me he estado descojonciando con su crónica de un concierto de, agárrense...¡la muy radical Piano Phase de Steve Reich en el corazón del Madrid castizo y hortera! Como pueden imaginar, las reacciones de una sociedad agraria, embrutecida y nacional-católica como la de entonces, son como para no dar crédito.
Buscando info para escribir este post, me he llevado la grata sorpresa de que está en internet, perfectamente catalogada, la colección íntegra de la revista Triunfo de la que provienen los artículos, con su buscador y todo, muy bien diseñadito y organizadito, así que recomiendo a los espeleólogos del humor político bizarro que se zambullan en esos archivos a la caza de la esquela más delirante, el nombre del bar más estúpido, el suceso menos comprensible o el debate político más celtibérico. Una gozada, un diez en optimismo.