miércoles, 31 de marzo de 2010

"Calidad" de Burgués bohemio

La conferencia de De Landa que linkeé anteayer forma parte de un seminario llamado "Deleuze y la ciencia" al que os recomiendo que echéis un vistazo: al margen del fanatismo acrítico que despierta Gilles, su estrategia para analizar las cosas es realmente sorprendente para los que, insisto en lo de siempre, hemos sido educados según estructuras de pensamiento antiguas y cargadas de contradicciones. Para bien o para mal, el enfoque deleuziano es realmente todo un huracán, al menos para ignorantes como yo, que nunca había sido informado en profundidad de la tradición cultural de la que nace. Su forma de ver las cosas resulta lo suficientemente joven y fresca como para resultar todavía estimulante, y no me cabe duda de que de ahí pueden salir contecimientos y pensamientos muy provechosos para todos, en lo profesional y en lo personal. El problema es que si bien el Deleuze duro es profundo y muerde hueso, muchos tienden a quedarse en lecturas superficiales (la terminología desconcertante y espectacular, la mística idealista posmoderna, el mal uso de conceptos como virtual o devenir...) que derivan en planteamientos absurdos que no hacen sino fortalecer los idealismos contra los que él tanto luchó.
Vayamos a los arquitectos que usan alegeremente el lenguaje deleuziano, pero para hablar de otro asunto: la política. Tal y como lo veo, muchos de los proyectistas jóvenes más afamados de nuestro país (Ecosistema Urbano, Acebo y Alonso, Andrés Jaque, Uriel Fogué, Manuel Ocaña, on-a arquitectos y la pandi que te encuentras en todos los saraos) funcionan de un modo muy similar entre sí (sea en ideas, métodos, procesos y objetivos de trabajo), quizás por endogamia cultural, o quizás como búsqueda inconsciente de cierta "imagen de marca" de la nueva arquitectura española, capaz de proporcionarles prestigio y redes clientelares. Por ahora, empiezan a conseguirlo: se llevan sus reseñas en el EPS, se reparten las ponencias en todo congreso institucional marymoderno, los chavales más pudientes de la Moraleja les encargan reformas de lofts...) y antes o después serán ellos los que construyan las grandes piezas de la ciudad por venir. Sin embargo, y pese a lo simpático de muchos de sus proyectos, el nivel de su discurso es verdaderamente descorazonador: estoy escuchando a Andrés Jaque hablar de estructuras rizomáticas de pensamiento, como un mero slogan con el que vender el humo de sus arcaicos delirios simbólicos, siempre estrictamente caligráficos. Somos una generación educada con un ojo en el Babelia y otro en Star Wars, que no ha aprendido todavía que a la gente se le puede enseñar muchas cosas, pero nunca qué es lo bueno, porque todos llegamos a casa con las cosas muy claras y desconfiando de las verdades absolutas. Estos arquitectos han de dar todavía muchas vueltas para superar el elitismo intelectual inherente al discurso de la modernidad, que siempre echa valones fuera para explicar su eterno fracaso frente a lo real. Siguen inquietos ante la constatación de que la arquitectura sólo tiene público entre la clase media-alta, y alarmados frente al recelo antimoderno de las clases bajas, que en los simposios de arquitectos siempre aparece simbolizada como un conjunto entrañable y aniñado de mascotitas urbanas que no saben lo que se pierden por no vivir en casas de cristal.
Pero si en algo resultan poco convincentes es en la dimensión política (limpia, sonriente, pacífica, enrollada) de sus discursos, aunque no sabría muy bien acotar el por qué. Despiertan el mismo recelo que intuitivamente todos sentimos ante ciertas ONGs, ante los discursos políticamente correctos, el talante sociata, los populismos sentimentaloides de Francino... Porque a la chita callando, y con mucha sagacidad, están montando un pequeño y creciente bloque de poder cuya prosperidad depende mucho más de su toma de posiciones políticas, que de las novedades arquitectónicas que puedan proponer: monopolizan esa entelequia que es "lo nuevo" y como es lógico se esfuerzan por obtener de ello rédito social. Y económico.
Pongo un ejemplo: en sus simposios, se habla mucho de la crisis económica. Crisis que, no nos engañemos, les ha venido de perlas: de la caída de Lehman Brothers deducen el fín de la legitimidad de las generaciones anteriores (los Ferraters, Mansillas, Abalos y demás arquitectos de museos) y aprovechan muy bien la coyuntura para tomar posiciones en el organigrama del poder y ser los nuevos dominadores del discurso cultural. Eso lo han hecho muy bien: está claro que son ellos los que están hablando de los asuntos que ahora ocupan la agenda institucional (la sostenibilidad, el multiculturalismo, esa utopía urbana en la que niños rizomáticos juegan con sus ipods en el parque...) y el subtexto de esos debates sumarísimos que organizan entre ellos parece ser: ¿qué hay que hacer para repartirse el pastel de la arquitectura estatal y de élite? El hecho de luchar por el poder no es nuevo, forma parte del juego de la historia: tambien un Le Corbusier era una figura política, cuyo triunfo tuvo mucho más que ver con las inercias socioeconómicas de su tiempo (el lobby del Movimiento Moderno eliminó muchos debates de la universidad y se apropió frívolamente de La Verdad) y supongo que es una particularidad de la profesión que debemos asumir: estamos en una partida de poker entre fuerzas antitéticas y cada uno juega sus cartas y sus faroles como buenamente puede.
Si realmente existe un Arte de los juegos de poder, éste pasa por sofisticar sus mecanismos de ocultación, de modo que las ideas tengan credibilidad pública. Quiero decir: todo lobby perfectamente reconocible en su deriva política, pierde instantaneamente legitimidad cultural. Al menos, para los que pertenecemos a la tradición del pop como herramienta de escepticismo. Toda esta generación (excluyo a la Chinchilla: sus intervenciones son siempre inteligentes, autocríticas y de naturaleza dialéctica) no es más que la ITV de una añeja estructura gremial que nadie pone en duda, una alternativa al gobierno del modelo de producción de arquitectura, pero dista muchísimo de ser esa modernización de la profesión que se autoadjudican, ni en lo social (sus paternalismos doctrinarios dan verguenza ajena) ni en lo técnico (¿realmente alguien cree que la arquitectura va pareja a la física o la informática a nivel de pensamiento?) ni en su estructuración y calado social (siguen haciendo el ridículo al preguntarse por qué el 98% produce mierda, mientras el 2% de Iluminados que son ellos se queda las migajas; migajas que no están nada mal. la culpa, claro, es de la ignorancia de la gente) . Al final, muchos de ellos no son más que BOBOs, burgueses bohemios, tecnócratas perfumados para el youtube de marras, leones con piel de corderos que tienen bajo llave ese Grial caído de los cielos que es La calidad, concepto que nunca se han preocupado por poner entre paréntesis, y que administran "casualmente" en las órbitas del poder: la universidad, la promoción pública, el cliente adinerado. La novedad es que ahora mencionan a COBRA y Godard. Guay.
Si tenéis tiempo, escuchad este podcast: no sé cuál era el programa de las jornadas, pero es descarado que el subtexto del debate es ¿Qué tenemos que hacer los arquitectos de nuestra generación para hacernos con el poder? Ya están en las escuelas, pronto empezarán a encargarles aeropuertos. La dinámica de ese proceso siempre ha sido así, ahora los de nuestra generación podemos darnos cuenta y asombrarnos de su inevitabilidad, cuyo planetamiento, nudo y desenlace están perfectamente claros : ante semejante corporativismo del poder cultural (el Deleuze mal leído, la ecología renderizada, el Espacio Público como sitio tonde saltar a la comba para asombro del turista que lo ve en su blog...) sólo se me ocurre proponer la autonomía de pensamiento, mantenerse siempre escépticos y un poco al margen: conviene no pasar de moda como, inevitablemente, pasarán ellos.

9 comentarios:

  1. A los arquitectos lo que había que hacer es poneros a cavar zanjas.

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  2. ¡arquitectos punkis con los bolsillos llenos!

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  3. jeje no hables por mí, tengo el título pero no soy arquitecto. como ciudadano veo que dicen muchas bobadas, pero tienen las mismas necesidades y bajas pasiones que el común de los mortales. son malas personas >:-(

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  4. chesari, quedamos oggi, o ya lo véis troppo. ch.

    *si es que sí, yo no podría hasta las nueve, pero vamos, por mí si quedamos. me está encantando lo de los estudios culturales. besol.

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  5. vaya craks

    http://www.youtube.com/watch?v=UfOTppGVvng

    http://www.youtube.com/watch?v=y-O46gWA6PA


    pim pam, toma lacasitos

    -x-

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  6. ya lo ví el capullo ese de "viva españa el rey la ley y n se qué". un capullo

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  7. precioso

    http://www.youtube.com/watch?v=Ep8XqLaavas

    -x-

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  8. Ya ha salido spanish movie en DVDRIP, si no la has visto te la dejo, peaso de nerdo:

    http://www.megaupload.com/?s=seriesyonkis&d=4F06NN70&confirmed=1

    Bics

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  9. gracias tíu!!!! no sabía :-)))))))))

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