miércoles, 16 de junio de 2010

Arqueología Snob #3: Johann Joachim Wincklemann

Supongo que hasta hace nada, la homosexualidad era una condición casi consustancial al snobismo. El esteta, o era gay o fingía serlo, y los ademanes afrancesados eran no sólo fuente de burla y escarnio entre el agro-ciudadano de a pie, sino que simultaneamente eran muy respetados en el mundo intelectual como signos de "inteligencia y sensibilidad": la pluma era no sólo su instrumento para escribir, sino tambien lo que soltaban en los saraos más exclusivos. Hoy en día, sin embargo, el sector cursi y refinado está en fase de retirada dentro del mundillo homo: en un bar de ambiente uno puede encontrarse con casi cualquier cosa, pero el decadentista afeminado que lee a Hölderlin en la intimidad es una especie en vías de extinción. Imaginad que en una ciudad como Coruña, los mary-snobs apenas somos un puñado, y alguno hasta recibe el ofensivo apodo entre sus camaradas sodomitas de "la marica enfadada con el mundo". Menos mal que a los snobs el escarnio, como a los bakalas el Red Bull, nos da alas. ¡Insultadme, humilladme, despreciadme, y no estaréis sino fortaleciéndome! ¡Vuestras chanzas son mi alimento! :-)


Bueno, a lo que vamos: estudiando historiografía del arte, he escudriñado las biografías de los autores más glamourosos buscando secretos de alcoba inconfesables, y me encuentro con que el más popular y descaradamente mariloli ha sido el señor Johann Joachim Wincklemann, celebérrimo historiador teutón que se hizo muy famoso con sus estudios sobre... claro, no podía ser de otra manera: ¡¡ el arte Griego!! Tan aficionado era este tío a las sugerentes y sensuales formas de Praxíteles y Lisipo, tan insistente su babear soñando con cuerpos juveniles haciendo posturitas de beefcake bajo el sol de Delfos y Atenas, que convenció a los artistas de su generación para que se olvidasen de las groseras y mundanas formas del barroco. Wincklemann hizo una defensa tan numantina de la causa grecolatina, que consiguió imponer en toda Europa el puñetero Neoclasicismo: el movimiento artístico mary-cursi por excelencia.


Hace un tiempo me hizo gracia leer en el Bakala (website de ligoteo gay) el perfil de un chico desesperado porque no encontraba el tipo de amante con el que soñaba: el socorrido mariquita de pamela, pañuelo rosa y zapatos blancos, que recorría la ciudad con porte aristocrático y supurando decadentismo hasta en las pestañas. El neurótico solterón que tiene 5 gatos persas, anillos enormes, una reproducción del David de Miguel Ángel en el WC y que pasa las vacaciones en las saunas de Túnez. Ese arquetipo de gay a lo Luis Antonio de Villena, Oscar Wilde o Antonio Gala es muy apreciado por las marujas, pero en el ambiente goza de nula popularidad: hoy, lo que se tercia, es más del palo "diseñador-todoterreno-con-iPod-y-mancuernas", en virtud de lo cual el viejo sarasa a lo Blanco Amor, Lorca, Kavafis o Cernuda es un arquetipo casi defenestrado, casi chanante. Además, por culpa de fuckin´Foucault, todos los gays que van ahora de intelectualos por la vida van con el pelo rapado y pulseras de cuero de tamaño king size (y por otra parte ya no son maricas, sino queer).

Pero es de bien nacidos ser agradecidos, y no olvidar nunca de donde venimos: para bien o para mal, nuestra genealogía y nuestra esteticién nace de personajes tan fascinantes como el amigo Wicky del que os hablo. El tío era un erudito de tomo y lomo, se sabía hasta el último chismorreo del mundo helénico y sus libros sobre el arte antiguo dejaron a sus contemporáneos en estado de shock: su sofisticado cocktail de Kant, Platón y pederastia supuso una revolución cultural tan importante, que todos los ayuntamientos desde entonces se diseñaron con capiteles dóricos y tímpanos plagiados de Ictinos y Calícrates. Muchos de sus seguidores eran tambien homosexuales: por ejemplo el muy venerado Heinrich Wolfflin, otro flipao de los musculitos atenienses y fan del neoclásico, que en los libros de historia aparece como el sucesor de Wincklemann, entendía tanto como su maestro. Y del resto de connosieurs de su época, cabe especular con que un alto porcentaje compartía las pasiones homoeróticas.

¡¡Ay, cómo ha cambiado el mundo!! Insisto en que por culpa de Foucault, ahora los curators y críticos del mundillo snob ya no son afeminados, cursis y suaves como Wincklemann, sino unos tipos de compostura hierática, con ropa oscura, el pelo rapado y muy poco sentido del humor. Supongo que por vergüenza, el viejo intelectualo mariquita está passé entre los snobs, cuando en tiempos era lo last de lo last: la pluma ha perdido el halo de intelectualidad y exclusividad por culpa de víboras tan poco ilustres como Mariñas o Josemi Rguez. Sieiro, capaces de dar al traste en cinco cotilleos con décadas y décadas de lucha contra la homofobia *. Yo personalmente, que detesto el rollo fake-macho de Foucault, me quedo con el prototipo gay de Roland Barthes: de aspecto mediocre, discretamete elegante, de ascendencia nerd, y con una visión de las cosas infectada de pérfida alegría.

* En realidad ese punto no lo tengo tan claro, seguiremos informando.

9 comentarios:

  1. menudo INFIERNO las retransmisiones de los partidos de España, los locutores se ponen a ver "quién es más fan de la Roja" y dicen cada bobada que dan ganas de patearles el trasero. el subnormalo de tele5 merece una colleja a roabrazo!

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  2. Qué vergüenza!!!!! esto ya no es aquel fútbol de toque de la España de Aragonés, con triaungalaciones por el centro y pases bonitos:esto es una aberración, todo el tiempo colgando balones al área a ver si suena la flauta, sin imaginación ni creatividad. En estas lides el Navas lo hace bien, pero por la banda izquierda no sé quién estaba, porque no apareció en todo el partido.
    A estos ekipos que juegan (o jugaban) al "tiki-taka" ya les han tomado la medida: basta con cerrarse atrás y defender con rigor; es lo que hizo Mou en el Camp Nou, y hoy la Suiza, y me parece perfectamente legítimo.
    Menudo pelanas el Del Bosque. Además de ser, sin ningún género de dudas, el ser vivo más FEO que he visto en mi vida (mira que es feo con avaricia el jodío) está imponiendo un estilo de juego que es una puta mierda. Xavi, Iniesta, Villa y Piqué: cero patatero. Torres: este no es su fútbol.
    En el fondo es una pena.

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  3. ... pero ¿dónde queda la pérfida alegría?.. sino en el fútbol
    ... ¿dónde más histeria que en el fútbol?
    ... ¿dónde más narcisismo?
    ... desde luego no en el snobismo... sino en la soberbia de saberse parte de la masa en-loquecida... pero en el fondo perfectamente "ordenada"... para que no quiera saber ninguna otra cosa.

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  4. es que sin hiper-realidad, la vida es menos salerosa

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  5. Olvidé ayer (venía más a cuento) hacer referencia a Rafael Pintos, conocido vulgarmente como "El draculín de Pontevedra". Escritor, escultor, pintor y snob profesional que pasea su porte victoriana por las calles de Pontevedra.
    Siempre que vamos por allí, lo encuentro merodeando por la ciudad. La última vez en una librería comprando libros con una capa muy larga, sombrero de copa, todo pálido y con los ojos ultraennrojecidos. Si indagas sobre él podrás toparte con el hombre multiorquesta John Balam (ya fallecido), con apariciones en desastrosas series de la TVG y asociado por muchos al, freakismo más simplón. Aunque te aseguro que su presencia por las calles es de lo más aurótica, altiva y siniestra.
    Dicen y aseguró él mismo muy en serio en varias ocasiones que se alimenta con sangre.

    http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/15521.html


    http://www.raul-lamoso.com/Blog/wp-content/uploads/2010/02/Vladimir-1-1024.jpg

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  6. http://www.fotolog.com/furanchodovisio/25661706#

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  7. El fútbol siempre es una metáfora del mundo fuera del fútbol. Con la victoria del Inter y de Suíza(los especuladores, los mercados, el humo negro, el hombre que fuma), y la derrota del talento y del rondo (el gasto social, la justicia, el arte, la igualdad), se acabó el estado del bienestar también del fútbol.
    RIP

    los árboles no le dejaron ver delbosque

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  8. ese jaime!!! enhorabuena a todos los culés, ya tenéis nuevo "Presi". con boca de lagarto y acento de mongolo, pero muy moderno.

    Vic, al vampyr de pontevedra ya lo tenía fichao de entrevistas en la tvg, no sabía que el tío en pontevedra era tan cafre. es una ciudad muy de provincias, parecida a Ourense, y en ese tipo de sitios la gente es bastante tolerante: en la Coruña ya lo hubiesen encerrao en el manicomio o hablarían de él en los periódicos.
    Respecto al otro que mencionas, no sé si es uo que hacía ruidos con la boca, que hacía pelis cochambrosas de vaqueros... flipa porque el que digo yo era coleguita de mi padre cuando estudiava en santiago en los 60, era una celbrity entre los estudiantes de compostela

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